Carta al Niño Jesús
*Por: Ramón Centeno
Encabezado:
Amado y patidifuso Niño Jesús, hoy como todos los años te hago llegar mi lista de peticiones, a las cuales quiero que prestes mucha atención y que por primera vez hagas tu mayor esfuerzo por cumplirlas en su totalidad, no quiero ambages como en años anteriores.
Cuerpo:
Soy un niño cabezudo, tengo grande lo que debería tener chiquito y chiquito lo que debería tener grande, mis padres trabajan en “Entotuma” y los tienen jugando banca por ser del cogollo y a estas alturas no les han cancelado, mis abuelos se ganan la vida vendiendo cocosette en la Plaza Bolívar como cualquier otro venezolano, que esta pelando bola. Soy el quinto de siete hermanos y debo cuidar de mis parientes más pequeños.
Así que, mi entrañable niño Jesús, quisiera que esta carta quedara entre tú y yo, porque no aguanto más, necesito desahogarme, tengo que drenar toda esta preocupación que me embarga, sin que mi familia se entere, mucho menos el que te conté.
Para cuando sea 25 de diciembre mis padres ya deben estar emborrachados con anís El Siete Potencias y acerca de mis hermanos y yo, lo único que disfrutaremos será del bonito recuerdo de que nos cumplas nuestras peticiones, fíjate que somos oriundos de un hermoso estado llanero, corazón de Venezuela, llamado Guárico, lleno de esperanzas y hombres y mujeres que son del tamaño del compromiso que se les presente. Actualmente tenemos a un señor muy bueno, que se parece a ti, se viste de rojo carmesí, nos dicen que existe pero no sabemos en que lugar, tiene muchos aduladores, perdón, colaboradores que lo ayudan en sus tareas diarias, pero nunca cumplen con nuestras peticiones, que si por la crisis mundial, que la negra “Bolivita” se llevó los reales, en fin.
Ese modesto señor nos quiere mucho, fíjate tú que a mis abuelos más nunca les pagó la pensión, a mi tía la maestra le prometió que nivelaría su sueldo igual que al de los profesionales de la educación de nomina de la nación y aún sigue esperando. A mi prima la médica el sueldo le sigue igual, en fin, es un gran hombre. Hace días uno de sus discípulos lo llamó el Mesías del llano y que además “tenía que acabar con todo lo huela a blanco y verde”, suponemos que son los colores de la navidad y Blah!, blah!, blah!, shhhh!, no le hagas caso Rita Villegas, no es contigo, es con respecto a las festividades navideñas.
En este punto de la carta te confieso que me dieron ganas de llorar porque este hombrecito es una maravilla, pero tiene días en que nos quiere aplicar los motores y controlarnos poco a poco, nos quiere vestir como él, y clonarnos en millones como su compatriota de Miraflores. Nos tiene la piedra afuera, no nos gusta lo que nos propone y mis hermanos y yo nos sentimos atemorizados.
Te digo que a nosotros nos encanta el papel toilette suavecito, nos fascina el jaboncito que tiene muñequitos y olores, nos gusta la crema detal y para estas navidades queremos comer hallacas y este señor que dice ser nuestro segundo Niño Jesús nos quiere quitar todo esto. ¡Que angustia amado Niño!
Cierre
Por tal motivo y visto que eres nuestro último recurso al que acudimos, te pedimos:
Por lo que más quiera llévate lejos a ese señor que es peor que el “Coco”
Devuélvenos ese estado hermoso llamado Guárico que juntos hemos venido construyendo
Te pido fervientemente que cuando el que se hace llamar el “segundo niño Jesús” diga una mentira le crezca la nariz como al presidente de Encomuna, perdón Entotuma
Añoramos las fiestas del día del niño en la Villa Olímpica de San Juan de Los Morros, ¡Devuélvenoslas!
Y finalmente antes que sea diciembre y ya sea muy tarde hazle un despojo a la Gobernación para que salgan volando todos los que nos niegan ayuda cada vez que vamos a pedir para comer, especialmente a una que tiene nombre de dibujos animados.
Atentamente;
Pulgarcito y los siete enanitos
*Estudiante de Comunicación Social
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